Cristian estaba entre el grupo de migrantes que fueron deportados a mediados de marzo bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una amplia autoridad de guerra del siglo XVIII que el presidente Donald Trump invocó para acelerar las deportaciones de individuos que afirma son miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.
Los abogados del Departamento de Justicia dijeron a la corte de apelaciones con sede en Richmond que Gallagher había excedido su autoridad al ordenar que trajeran de vuelta a Cristian porque, argumentaron, el acuerdo del que él formaba parte no impedía a los funcionarios deportarlo bajo la Ley de Enemigos Extranjeros.
“El acuerdo de conciliación no hizo promesas sobre el ejercicio de los poderes del Gobierno bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, y por lo tanto el ejercicio (de otro modo no impugnado) de ese poder de la Ley de Enemigos Extranjeros en cuanto a Cristian no violó el acuerdo. Eso solo requiere una suspensión total de la orden”, escribieron en la solicitud de emergencia a la corte de apelaciones.
