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Infidelidad consentida: ¿En qué consiste esta práctica sexual en parejas?

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En estos momentos tal vez te estés cuestionando qué tiene de divertido la infidelidad consentida. La idea de que “te pongan los cuernos” quizá no tenga nada de excitante para ti y, sin embargo, para muchas parejas firmemente establecidas, hay algo sumamente placentero en esta práctica sexual. Pero, ¿cuál es su principal atractivo?

Hablemos de ello.

Durante el juicio contra Sean “Diddy” Combs que acaba de terminar en Nueva York, una de sus exnovias señaló al magnate del rap como un “cuck” –que podría traducirse como “cornudo”. Dejemos de lado el resultado y centrémonos en las preferencias sexuales de Diddy.

En el juicio se describieron repetidamente momentos íntimos en los que el rapero quería ver a sus parejas mantener relaciones sexuales con otros hombres. Según las testigos, también se hablaba de fantasías de infidelidad, a pesar de que Diddy se considera “solo” un voyeur, no un cuck.

Entre todos los tipos de infidelidad, el tema de la infidelidad consentida –que deriva del término en inglés “cuckolding”– está en boca de todos, y no solo por el escándalo de Diddy. Últimamente no paro de oír y ver cómo se debate en público esta práctica sexual tan controvertida. Lo cual me alegra sinceramente.

Así que hablemos también de ello hoy. Porque quién sabe, quizá tengas la sospecha de que en tu interior late un corazón de “cuck” y te gustaría saber más al respecto.

¿Qué es un cuck o cuckold?

Con cuck o cuckold nos referimos a personas, a menudo hombres, que se excitan sexualmente cuando su pareja mantiene relaciones sexuales con otras personas. Es más, muchos disfrutan observando, incluso ayudando al amante, dejándose degradar a sí mismos, siendo objeto de burlas. Para las personas sumisas, todo esto puede resultar muy atractivo.

Por cierto, en lo sucesivo, por simplicidad, hablaré de cuckolds masculinos –heterosexuales–, ya que, aunque esta preferencia también se da en mujeres, en general es más frecuente en los hombres

¿En qué consiste la infidelidad consentida como práctica sexual?

Para muchos, el punto central es la humillación sexual por parte de la propia pareja o esposa, lo que en el universo del cuckolding se denomina Hot Wife. Ella encuentra su satisfacción sexual con otros amantes –también conocidos como Bulls–. Esto no ocurre en una infidelidad o en el marco de una aventura, sino de forma abierta y con el consentimiento de su pareja.

A esto se suman otros factores. Los celos sexuales, por ejemplo. Cuando les excita la sensación de que otras personas desean a su pareja. A otros, en cambio, les encanta ver feliz a su pareja, observarla mientras alguien más la satisface sexualmente.

No puedo decirte cómo surge esta manía sexual en cada caso concreto, ya que es algo totalmente individual. Sin embargo, en muchos casos, las fantasías de infidelidad consentida suelen basarse en que el hombre cornudo no puede satisfacer suficientemente a su pareja. La razón puede ser la falta de potencia sexual, un pene más bien pequeño o una insatisfacción general con el propio cuerpo

¿Cómo se realiza la infidelidad consentida en la cama?

Lo típico es que el cuckold presencie las aventuras extramatrimoniales de su pareja. Para ello, se sienta un poco apartado en una silla, la llamada Cuck Chair. Aquí permanece como observador pasivo de la situación, como mucho jugando consigo mismo, o bien, como ya se mencioné anteriormente, se le permite involucrarse en el juego amoroso como actor secundario para experimentar aún más humillación.

Pero, ¿qué pasa si personalmente te excita la idea de vivir una aventura de infidelidad consentida, pero no estás seguro de querer ver a tu pareja teniendo sexo con otro hombre? Entonces está perfectamente bien, no dejes que nadie te diga lo contrario. Cada fetiche sexual es diferente, cada cuckold también, y cómo vivimos nuestras preferencias sexuales, es decisión de cada individuo.

Quizá quieras ir poco a poco, probar cómo se sentirías al llevar la fantasía de la infidelidad consentida a la vida real. Por ejemplo, con un juego de roles. Tu pareja podría describirte con detalle cómo otro hombre la toma y la satisface, ya que tú no eres capaz de hacerlo. Por supuesto, esto último solo si te excita. Siéntate en un sillón mientras tu pareja se da placer en la cama con un juguete sexual para autoestimulación. Tal vez así le encuentres el gusto.

¿Cómo le digo a mi pareja que quiero ser un cuckold?

De manera abierta y honesta. No hay otra forma. Y sí, hay muchas posibilidades de que tu pareja se niegue a dar el paso. Porque no quiere tener sexo con otros hombres o teme los celos posteriores. O porque le cuesta ver a su pareja en una posición tan sumisa. Eso también está bien y, sí, tienes que aceptarlo. Pero, también en este caso, los juegos de rol pueden ser una solución intermedia.

¿Dónde encontrar jugadores para la infidelidad consentida?

En experiencias eróticas de este tipo, recomiendo no buscar a los participantes entre el círculo de amigos bajo ninguna circunstancia. Es demasiado arriesgado, porque quién sabe si después de la práctica podrán mirarse a los ojos o si, a posteriori, los celos se apoderarán de ustedes.

Mi consejo: busquen juntos en plataformas digitales adecuadas para ello, como Joyclub, por ejemplo. Quizá también les guste visitar un club de swingers.

¿Y si los demás se burlan de mi inclinación?

Digámoslo como es: incluso en el ilustrado año 2025, los hombres sumisos aún no se han incorporado a la corriente dominante. El hombre común es dominante, siempre tiene la sartén por el mango y nunca toleraría a un segundo participante a su lado.

Tú y yo sabemos que eso es una tontería. También sabemos que las peculiaridades sexuales son algo maravilloso que podemos disfrutar siempre y cuando encontremos a alguien que también las comparta y no causemos daño físico, emocional o psicológico a esa persona, y viceversa.

Deja que los detractores sigan con su odio. No saben lo que se pierden.

 

Artículo publicado originalmente en GQ Alemania.

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